Detrás de ese rostro, se revelan los pensamientos mas oscuros de una mujer consumida por su ambición desmedida, y el precio que el poder le hizo pagar, fue quedarse con dinero pero en soledad...
La
señora ya sabe que sus días en el poder están contados y que irremediablemente,
tendrá que dar paso a su sucesor, que ocupara el próximo 10 de diciembre, el
sillón de Rivadavia. Pero inconscientemente se resiste a tal sacrificio, pues
luego de doce años de gobierno Kirchnerista (ella ocupando ocho años la más
alta magistratura), se convenció de que todo el país le pertenece, como aquel monarca
soberano que se cree dueño de su reino y de la vida de sus súbditos. La
diferencia entre esta manera de dominar un país y el ejercicio de una Monarquía
absoluta, es prácticamente ínfima, y está casi a un paso de convertirse en
realidad, en tanto y en cuanto permitamos que este autoritarismo institucional,
siga avanzando como la gangrena. Ella quiere dar el golpe de gracia, la
estocada final. “Si no lo tengo, lo destruyo”, pero absolutamente nadie más que
ella puede disponer a diestra y siniestra de qué manera terminar este periodo
final de su gobierno, causando todo el daño posible antes de abandonar la
Rosada.
La
economía en general ya está destruida; las instituciones prácticamente
desarticuladas e invadidas por militantes camporistas que ni saben cómo
desempeñarse en sus lugares de trabajo; las empresas cautivas por las
regulaciones que le impiden el ejercicio del libre comercio local y extranjero;
las universidades copadas con militancia política partidaria; la iglesia mostrándose
“complaciente” con el modelo, haciendo la mirada a un lado sobre temas
sensibles como la inseguridad, la inflación, la desnutrición. Y ahora volvió a
la carga contra la Justicia colonizándola con jueces afines al poder. Todo se
ha vuelto un Cambalache, un mundo del revés, como la canción de María Elena
Walsh. Y en ese mejunje del todo vale, donde lo irracional ha ganado la
partida, es allí donde la señora se hace fuerte y logra canibalizarnos,
convirtiéndonos en parte de una secta de infrahumanos, dividiendo las familias
y desplazándolas a los extremos opuestos de lógica cotidianidad. La mujer del
cuello hilvanado no es más que la representación del mismísimo santanas, que un
buen día junto a su difunto esposo, se encontró que la suerte le jugaba a su
favor, en un país lleno de indígenas idiotas y desorientados, que esperaban la
vuelta de los espejitos de colores, que los convenciera de que otro país era
posible, mientras por detrás ella y él llenaban sus alforjas con oro, euros y
dólares.
El garante, el heredero, el elegido... no le importa como lo apoden. Solo quiere sucederla a ella, porque tambien él es, un ambicioso desmedido
Ayer,
9 de Agosto esos indígenas insaciables de planes y prebendas, volvieron a dar
su apoyo a este desgobierno populista y autoritario, que a pesar que ya haya
demostrado impórtale una mierda la vida de las personas, saben que esos
descerebrados siguen estando detrás respaldándolos con su voto mendigo,
degradante y cómplice. Aun con el agua hasta dentro de sus oídos, los eternos imberbes
defensores del modelo decadente y demoledor, fueron con el barro entre sus
piernas a volver a ponerle una ficha a la banda mafiosa que los gobierna, esta
vez, representados por el motonauta, que supo convertirse en el felpudo de la
reina, todo por querer terminar siendo el heredero natural del proyecto. Es el síndrome
de Estocolmo que domina a las masas fieles y los obliga a seguir hociqueando
todo el tiempo, por miedo a perder esos planes que supieron hacerlos esclavos
indignos de una política masturbadora de sus débiles y vulnerables sentimientos,
que rendidos a la pasión sin fin por los acordes de una marchita peronista, quedaron
cautivos en el pasado con los viejos discursos prometedores de una Argentina
justa, libre y soberana, que jamás fue y se esfumo junto con la partida de su líder
faraón occiso. Los falsos profetas del peronismo que vinieron detrás con el
verso de levantar las banderas de la justicia social y el trabajo, se llenaron
sus bolsillos, y hoy pretender seguir permaneciendo en el poder para seguir robándole
al pueblo su futuro y desarrollo. ¿Quiénes de Uds. van a seguir votándolos en
Octubre…? Cuidado!, porque después, con el llanto hipócrita y arrepentido, el
curso del destino no se cambia, y el rumbo hacia la disgregación de nuestra sociedad
y la nación, será un hecho ya consumado.
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