El
nieto del rabino de Roma está convencido que es el heredero natural del Kirchnerismo,
a tal punto, que se lo escucha decir cosas impensadas como que “La Campora es
el futuro de la Argentina”. Dios nos proteja.
Se
creyeron que todo estaba arreglado y acomodado. Pero subestimaron la próxima movida
que muy secretamente, ella estaba elucubrando. ¿Quién se imaginaria que al
final de cuentas, el heredero bendecido con el modelo kirchnerista terminaría siendo
Daniel Osvaldo Scholl alias “Scioli”? Si hasta el mismísimo hombre de los
ferrocarriles, estaba convencido que le iba a ganar al motonauta en una electrizante
PASO, que al final no sucedió. Es que en la cabeza de la serpiente de agua, se sucedían
distintas ideas y estrategias que tal vez con la única persona que las compartía
era con su incondicional soldado templario, el chino Zaninni. Hombre fiel y
celoso de no mostrarse tanto en público, de a poco fue construyendo desde las
sombras, un entramado político-jurídico con el único objetivo de neutralizar y
obstaculizar, cualquier intento futuro de que alguien desde la política e
incluso de la justicia, le amargue la noche a “la dueña” con un pedido de
juicio político. Por esta razón su principal misión en el gobierno fue crear un
escudo impenetrable que la rodeara y protegiera de esos posibles ataques. Así la
reina serpiente, quedaría complacida y libre para poner en práctica sus más
detestables sentimientos de venganza. ¿Acaso ella odiaba tanto al gobernador
que lo eligió para que perdiera, o para seguir reteniendo el poder y así continuar
gobernando desde afuera?